En el mismo acto, que principiará a las 20 horas con entrada libre, el escritor y periodista Félix Caballero Wangüemert presentará su obra X. Marín. Arte e compromiso no humor gráfico galego
21-09-2018
El Museo del Humor de Fene, la segunda casa de Xaquín Marín, será escenario este lunes, 24 de septiembre, del acto de presentación de su última publicación, Tonecho, pero también de la obra X. Marín. Arte e compromiso no humor gráfico galego, de Félix Caballero Wangüemert, un libro definitivo sobre uno de los artistas gallegos fundamentales de la historia de Galicia. Con entrada libre, el acto dará comienzo a las 20 horas y, en él, Marín y Caballero estarán acompañados por el director de Galaxia, Francisco Castro, y por el alcalde de Fene, Gumersindo Galego.
Xaquín Marín presentará la colección completa de Tonecho, el mítico personaje creado por el no menos mítico dibujante. Desde las páginas de la inolvidable revista Golfiño (2000-2004), que educó visualmente a varias generaciones de gallegas y gallegos, y donde trabajaban los más grandes de nuestro humor gráfico, Tonecho aparecía como una voz cargada de retranca e ingenuidad, pero también de sabiduría y mucha crítica. En la edición que se presentará en Fene, la Editorial Galaxia recupera este trabajo de un Xaquín Marín pletórico en un instante crucial de su carrera.
Por su parte, la obra del periodista y escritor Félix Caballero revisa, estudia y analiza la impresionante obra gráfica de Xaquín Marín, uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo que, desde hace décadas, lleva ejerciendo un constante y comprometido trabajo centrado en las artes plásticas desde muchos puntos de vista. Conocido por el gran público como humorista gráfico, su biografía de artista esconde muchas dimensiones. Polifacético, politicamente entregado a la causa gallega y a la defensa de los derechos humanos, quien se acerque a esta obra descubrirá un hombre de su tiempo que nunca se esconde, que siempre puso su pincel y su mirada crítica al servicio de una manera de ver y de sentir que lo hace merecedor, como pocos, del título de Bo e Xeneroso.